Aseguran que el mundo está cada vez más unido, que se está creando una relación fraternal al acortarse las distancias, al transmitirse los pensamientos por el aire. ¡Ay, no deis crédito a semejante unión entre las gentes! Al entender la libertad como un aumento y un rápido alivio de las necesidades, [los hombres] alteran su propia naturaleza, pues alimentan muchos deseos y costumbres estúpidos y carentes de sentido, muchas fantasías disparatadas. Viven solo para envidiarse mutuamente, para el deleite y la arrogancia.
Fiódor Dostoyevski, 1880.